Con el buen tiempo apetece hacer reuniones de amigos para celebrar la temporada de terrazas y jardines, nosotros comenzamos siempre esta temporada con el cumpleaños de Ma Petite Chloé, aunque esta año, la lluvia nos fastidió un poco la celebración.
Mi amigo Miguel, lo va a celebrar este domingo y me ha pedido que lleve algo dulce para sus invitados y he pensado en algo que tenga relación con él y el momento que está pasando, por eso he pensado en una tarta helada de naranja amarga y chocolate negro sin gluten para que él también la pueda disfrutar.
Los ingredientes que vamos a necesitar para mi versión de esta dulce, pero con toque amargo, y refrescante receta para ocho personas son:
Para la base:
200 g de barquillos de chocolate sin gluten
Para la crema:
300 g de mermelada de naranja amarga
600 ml de nata para montar
Para decorar:
mermelada de naranja amarga
virutas de chocolate negro
Para la base de nuestra tarta helada vamos a utilizar unas galletas de barquillo rellenas de chocolate y sin gluten, porque Miguel es celiaco desde hace unos años. La crema de chocolate hará que no necesitemos ningún ingrediente más porque, al triturarla, las migas se unen. Además, le dará un color oscuro que contrastará con el color del semifrío.
Preparación:
Comenzamos con la base de nuestra tarta, para ello, introducimos las galletas en un vaso de un procesador de alimentos y trituramos hasta obtener migas. Cogemos un molde desmoldable redondo de 18 centímetros, vertemos las migas de galleta en él y nivelamos bien con el dorso de una cuchara. Llevamos el molde al congelador.
Vertemos la nata en un vaso de un procesador de alimentos y batimos. Cuando esté casi completamente montada, bajamos la velocidad y añadimos la mermelada de naranja amarga, una cucharada cada vez, para no desmontar la nata. Vertemos la crema obtenida dentro del molde y la llevamos al congelador de nuevo. Debe de reposar allí durante 4 horas como mínimo. Yo la suelo dejar más, de hecho, la suelo preparar de un día antes.
Presentación:
Sacamos del congelador, desmoldamos y la colocamos sobre una base de tarta. Para terminar, decoramos con un poco de mermelada de naranja amarga. Yo he utilizado los 65 gramos restantes que quedaban en el bote que no me ha dado para cubrir toda la parte superior, pero no es necesario, ya que, para finalizar, hemos cubierto el centro con virutas que he hecho pasando un cuchillo por una tableta de chocolate.
Esta tarta se puede servir inmediatamente sacada del congelador para disfrutarla como un helado o dejarla descongelar ligeramente. A mí me gusta sacar la tarta del congelador unos 15 minutos antes de servirla.
Transcurridos los 15 minutos, la llevamos a la mesa y lista para la disfrutar de esta cremosa, fresquita y sabrosa tarta de naranja amarga y chocolate negro.
¿Que te parece esta tarta helada? Es ideal para una celebración o simplemente para disfrutar de algo que nos refresque los días calurosos del verano.
Nosotros, la guardamos en un portatartas y la llevamos a casa de mi amigo Miguel para disfrutarla después de la comida en su terraza. A todos les gustó, al menos, eso dijeron. Así que si no sabéis qué llevar a casa de un amigo o familiar cuando os inviten, esta tarta es una buena idea ya que es fácil de hacer y muy resultona.
Bon appétit!