Pequeños Accidentes: cocina de aprovechamiento

Mañana es el santo de Ma Petite Chloé y su prima Lou y yo vamos a prepararle un pastel con sabor a nubes, que tanto nos gustan. ¿Nos acompañas?

¿Sabes qué son las nubes? Se popularizaron entre las primeras golosinas que aparecieron en nuestro país y, debido a su textura esponjosa, también se las conoce con el nombre de "esponjitas", como las solemos llamar en casa.

Pero su verdadero nombre es "malvavisco" y se trata de una golosina que se elabora con azúcar o jarabe de maíz, clara de huevo, gelatina previamente ablandada con agua, goma arábiga y saborizantes. Según explica la RAE, el nombre de "malvavisco" es común en México y el resto de América del Sur, mientras que en España es más popular el de "nube".

Y después de hablar sobre los diferentes nombres con los que se conocen a este dulce que gusta tanto a niños como a los no tan niños, vamos con los ingredientes que vamos a necesitar para hacer nuestro pastel de nubes para Ma Petite Chloé.

Para el pastel de claras de huevo:

8 claras de huevo

8 cucharadas de azúcar glas

1 cucharadita de extracto de vainilla

colorante azul

colorante rojo

Para la decoración:

fondant de azúcar blanco

fondant de azúcar de colores

colorantes alimentarios

Las claras de huevo las he ido guardando en un tarro con tapa en el congelador. Cada vez que utilizaba una yema de huevo, sacaba el tarro donde tenía claras de huevo congeladas y añadía la clara sobrante. De esta manera, cuando he tenido ya ocho claras de huevo, he podido hacer un pastel como este. Sacamos el bote con las claras de huevo del congelador el día de antes, lo metemos en la nevera y dejamos que se descongelen las claras durante la noche.

Preparación:

Lo primero que vamos a hacer es preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a necesitar. Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

Vertemos las claras de huevo en un bol o en un vaso de un procesador de alimentos con el accesorio de montar. Vamos a ir batiendo hasta que las claras estén un poco montadas sin llegar a formar picos firmes. Y sin dejar de batir le vamos a ir añadiendo el azúcar, cucharada a cucharada, poco a poco, de esta manera se integrará sin dañar su crecimiento. Añadimos también la vainilla. Dejamos de batir cuando las claras estén esponjosas y hagan picos firmes.

Pasamos las claras montadas al molde, poco a poco. Primero cubrimos la base del molde con la cantidad necesaria de claras de huevo montadas, añadimos unas gotas de colorante rojo y otras de colorante azul y mezclamos con ayuda de un palillo para hacer formas irregulares. Cubrimos esa capa con otra de claras montadas y repetimos la operación con los colorantes. Terminamos con otra capa de claras montadas, nivelamos con ayuda de una lengua y damos unos golpes para, si se ha quedado alguna burbuja de aire, salga y termine de quedar uniforme.

Lo introducimos en una fuente con agua y lo llevamos al horno, a una altura media baja, donde se hará al baño María. Horneamos durante 20 minutos y transcurrido este tiempo, apagamos el horno y sin abrirlo, lo dejamos 30 minutos más.

Cuando el pastel haya pasado 50 minutos dentro del horno sin haber abierto la puerta en ningún momento, lo podemos sacar y dejarlo enfriar antes de desmoldar.

Mientras, preparamos la decoración. A Lou se le ha ocurrido hacer un arcoíris y unas flores para decorar el pastel.

Presentación:

Lo vamos a presentar en una base de tarta. Decoramos con lo que ha hecho Lou y lo llevamos a la mesa para sorprender a Ma Petite Chloé.

Se trata de un pastel ligero con un sabor y textura que me recuerda a las esponjitas o nubes. El caramelo también le va muy bien a este delicioso plato dulce.

¿Has hecho este pastel alguna vez? ¿Lo has probado? ¿Qué te parece?

Bon appétit!

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por Mes Petits Accidents

cocina de aprovechamiento

Quiche de aprovechamiento con champiñones

Hoy toca receta de aprovechamiento. Mi abuela y mi madre me enseñaron a que no debemos tirar nada, la mayoría de los ingredientes o restos de otras recetas se pueden reutilizar en otras recetas. Ya os he comentado alguna vez que la cocina de aprovechamiento nos puede dar platos que nos pueden sorprender ya sea por su apariencia, aroma o sabor.

Hoy vamos a hacer una quiche con algunos de los ingredientes que sobraron de la Crep Party que hicimos el fin de semana con mi hermano Pedro y mi cuñada Niki.

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

Para la masa:

150 g de harina

75 g de mantequilla

1/2 cucharadita de sal

50 g de agua

Para el relleno:

6 huevos

200 ml de nata

1 pizca de sal

1 pizca de pimienta

4 cucharadas de puerros confitados

2 cucharadas de cebolla caramelizada

2 cucharadas de bacon crujiente

1 puñado de champiñones laminados

Para hornear:

queso rallado

Hay que tener en cuenta que, para elaborar la masa, la mantequilla tiene que estar fría y cortada en cubitos o taquitos. El agua tiene que estar helada.

Preparación:

Lo primero es preparar el molde que vamos a utilizar y, cuando hago quiches suelo elegir uno de unos 26 cm de diámetro que tiene tapa, para que sea fácil de transportar si la vamos a llevar de picnic, por ejemplo. Engrasamos con mantequilla y harina el molde y reservamos.

Ahora nos ponemos con la masa. Preparamos los ingredientes y utensilios que vamos a necesitar. Tamizamos la harina y la introducimos en el vaso del robot de cocina junto con el resto de los ingredientes. Mezclamos hasta que se convierta en una bola.

Espolvoreamos un poco de harina sobre la superficie de trabajo, colocamos la masa y extendemos con ayuda de un rodillo que hemos cubierto de harina previamente, hasta que cubra el molde y exceda unos centímetros para que cubra las paredes del molde. La ponemos sobre el molde y, con ayuda de los dedos, la vamos colocando correctamente empujándola suavemente contra el molde, hasta que encaje. Llevamos a la nevera hasta que preparemos el relleno.

Como tenemos los ingredientes cocinados de la Crep Party del fin de semana, va a ser más rápido. Lo único que nos queda por hacer es reservar los champiñones más bonitos para decorar la quiche y el resto los troceamos. Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

En un bol echamos los huevos, agregamos la nata, la sal y la pimienta y batimos bien con unas varillas. Añadimos el resto de los ingredientes y mezclamos hasta que queden bien integrados.

Sacamos el molde de la nevera, vertemos en relleno en él, distribuimos los champiñones que teníamos reservados y cubrimos con queso rallado. Metemos en el horno a una altura media alta y horneamos durante 30 minutos o hasta que el interior esté cuajado y la parte superior esté dorada.

Presentación:

Cuando sacas la quiche del horno y te envuelve su aroma, es imposible resistirse a comerla de inmediato. Si hemos hecho la quiche en un molde bonito, la ponemos directamente en el centro de la mesa y a disfrutar de esta deliciosa receta francesa.

¿Qué te parece esta receta de aprovechamiento? A nosotros nos encanta, es uno de los pasteles salados que más nos gustan. Además, es ideal para prepararla con antelación y llevarla de picnic o a casa de unos amigos, porque fría está también buenísima.

Si te ha gustado esta receta puede que también te guste la Quiche Flavie, un delicioso pastel salado que disfrutamos en casa de nuestra familia en nuestra última visita a Francia.

Bon appétit!

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por Mes Petits Accidents

cocina de aprovechamiento

Mermelada de arándanos rojos

En casa siempre tengo mermelada, ya sea casera o comprada ya hecha. Es uno de esos ingredientes que se puede utilizar en infinidad de recetas tanto dulces como saladas.

En casa siempre tenemos arándanos, ya sean rojos o azules. Creo que los arándanos rojos son uno de los frutos más suecos que hay. Tienen muchos beneficios, por ejemplo, es una fuente de vitaminas (C, A y del grupo B), así como minerales que juegan un papel importante en la salud, reforzando el sistema inmunitario. Además, tienen un gran poder antioxidante, protege nuestro sistema cardiovascular, previene y alivia infecciones de las vías urinarias y previene trastornos digestivos y úlceras gástricas.

Se pueden encontrar ente finales agosto hasta principios de diciembre. Su sabor es ácido y un poco harinoso, por lo que es mejor no comerlos directamente. Con un poco de azúcar su sabor agridulce puede acompañar a cualquier plato y receta tanto salada como dulce.

Ya probamos los arándanos rojos salteados crudos y hoy vamos a preparar una deliciosa mermelada. ¿Nos acompañas?

Los ingredientes que vamos a necesitar para hacer un bote de mermelada son:

150 g de arándanos rojos

2 cucharadas de azúcar

1 naranja

Preparación:

Introducimos los arándanos en un cazo y añadimos el azúcar. Rallamos la piel de la naranja y la agregamos. Exprimimos el zumo y lo vertemos también en el cazo.

Cocinamos a fuego lento y, cuando los arándanos estén tiernos, aplastamos con ayuda de una cuchara o espátula. Removemos y dejamos cocinar hasta que espese, removiendo de vez en cuando.

Apartamos del fuego y vertemos en un bote. Dejamos enfriar antes de taparlo y guardarlo.

Presentación:

Como la hemos guardado en un bote de cristal con tapa, lo llevamos a la mesa y, por ejemplo, podemos utilizarlo para darle color y sabor a nuestros desayunos.

¿Qué te parece esta mermelada? Su sabor y color sorprende. Es ideal para utilizarla en otras recetas o directamente. En esta ocasión, hemos untado una tostada con queso crema y la hemos decorado con un poco de esta mermelada. Un desayuno muy disfrutón.

Bon appétit!

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por Mes Petits Accidents

carnes

Un pastel digno de los Weasley

El otoño ha dado su lado más húmedo, la lluvia lleva presente durante días y, en nuestro pueblo, el viento siempre sopla de una manera notable, una combinación que desprende estampas y aromas típicas de esta estación del año.

Estamos viendo la saga Harry Potter con Ma Petite Chloe porque le encanta la magia y Hermione. Me gusta cómo la familia Weasley acogen a Harry, cuando se sientan todos alrededor de la amplia mesa llena de comida reconfortante, uno de mis más anhelados sueños.

"Los miembros de la familia Weasley adoran comer casi tanto como se adoran los unos a los otros. Este riquísimo pastel de carne y verduras sería un éxito rotundo en La Madriguera. No solo es lo suficientemente grande para alimentar a una familia de siete (nueve, si Charlie y Bill están de visita), también tiene un sabor increíble. ¡Y, además, se puede preparar con antelación! Solo que tendrás que meterla un ratito en el horno antes de servirla."

Por eso, hoy vamos a preparar la receta "Un pastel digno de los Weasley" que viene en el libro "Harry Potter. El libro de cocina oficial. Más de 40 recetas inspiradas en las películas" de Wizarding World.

Los ingredientes que vamos a necesitar par ocho raciones son:

Para el relleno:

1 kg de pechuga o muslo de pavo

1 pizca de sal

1 pizca de pimienta negra

55 g de mantequilla

3 cebollas picadas

3 zanahorias grandes en dados

4 cucharadas de harina

600 ml de caldo de pollo

150 g de tacos de jamón

75 g de arándanos secos

2 cucharaditas de tomillo seco

1 puñado de perejil picado

Para el acabado:

1 kg de hojaldre

1 huevo batido

Nosotros vamos a elaborar un pastel más pequeño porque no somos tantos, por lo que vamos a hacerlo con la mitad de los ingredientes. ¿Me acompañas? Pues vamos con los ingredientes que necesitamos para seis personas:

Para el relleno:

1/2 kg de pechuga o muslo de pavo

1 pizca de sal

1 pizca de pimienta negra

28 g de mantequilla

1,5 cebollas picadas

1,5 zanahorias grandes en dados

2 cucharadas de harina

300 ml de caldo de pollo

75 g de tacos de jamón

37,5 g de arándanos secos

1 cucharadita de tomillo seco

1/2 puñado de perejil picado

Para el acabado:

2 masas de hojaldre

1 huevo batido

La receta original se elabora con 1 kg de pechuga o muslo de pavo, o una mezcla de ambos, cortado a dados. Nosotros vamos a preparar este pastel con carne de pollo picada que tengo en la nevera.

Preparación:

Para preparar el relleno, ponemos el pavo en un bol y lo sazonamos con sal y pimienta. Podemos usar las manos o una cuchara de madera. Fundimos la mitad de la mantequilla en una olla y freímos la carne durante 5 minutos, hasta que adquiera un tono marrón. La sacamos y la dejamos en un plato.

Fundimos el resto de la mantequilla y freímos las cebollas y las zanahorias durante 5 minutos. Volvemos a poner la carne en la olla y espolvoreamos con un poco de harina. Lo dejamos 3 minutos en el fuego, removiendo con una cuchara de madera.

Añadimos el caldo, el jamón, los arándanos, el tomillo y el perejil y esperamos a que hierva. Ponemos la tapa a la olla y lo cocinamos durante 30 minutos a fuego lento. Por último, dejamos que se enfríe.

Precalienta el horno a 200°C con calor arriba y abajo y colocamos una bandeja de horno a una altura media baja.

Colocamos una de las masas de hojaldre en una fuente. Yo he utilizado unas rectangulares y he recortado la masa sobrante con cuchillo, pero se pueden utilizar también unas tijeras de cocina. No es necesario que quede perfecto: "¡piensa en lo ocupada que está la señora Weasley!" Guardamos los recortes para luego decorar.

Pinchamos la base del hojaldre unas veinte veces con un tenedor. Colocamos encima papel de horno y añade unas legumbres secas. Esto evitará que el hojaldre suba y se separe de la fuente. Lo llevamos al horno y horneamos durante 25 minutos.

¿Sabías que la técnica de usar legumbres al hornear una masa es conocida como «hornear en blanco» u «hornear a ciegas»? Se utiliza en recetas en que es necesario hornear la base antes de añadirle el relleno, para asegurar un horneado uniforme. También se usa cuando no hace falta cocinar el relleno.

Las alubias para hornear son pequeñas alubias de cerámica conductoras de calor que pueden comprarse en tiendas de cocina. También podemos usar alubias secas, ya sean blancas o rojas, e incluso garbanzos; lo importante es que tengamos en cuenta que, si las usamos para hornear, luego no son comestibles. Eso sí, puedes almacenarlas, correctamente etiquetadas para evitar confusiones, y volver a usarlas la próxima vez que hagas un pastel.

Transcurrido este tiempo, lo sacamos del horno, retiramos las alubias y el papel, y lo volvemos a colocar la fuente en el horno otros 5 minutos.

Cuando hayamos sacado la fuente del horno, vertemos el relleno sobre la base con una cuchara. Pintamos los laterales del hojaldre con huevo batido.

Colocamos la otra masa de hojaldre sobre el relleno y presionamos todo el borde con los dedos para sellarlo a la base. Recortamos el sobrante que haya podido quedar con las tijeras de cocina y pintamos el hojaldre con más huevo batido.

Creamos letras para decorar el pastel con los recortes del hojaldre sobrante (podemos escribir ‹PIE», como en la imagen del libro, que significa «pastel› en inglés, o lo que queramos).

Hacemos cruces por la superficie del hojaldre con la punta de un cuchillo. Decoramos el borde con cuadrados y rectángulos de hojaldre. Lo pintamos todo con huevo batido, lo llevamos al horno y horneamos 40 minutos o hasta que adquiera un tono dorado oscuro.

Presentación:

Como lo hemos hecho en una fuente bonita, la podemos llevar directamente a la mesa y colocarla sobre un salvamanteles para que el calor no dañe la mesa.

Yo he utilizado un molde que luego pueda tapar y transportar este pastel con facilidad. Y como no es un molde feo, lo podemos llevar a la mesa directamente sobre un salvamanteles. De esta manera lo podemos utilizar tanto para presentación en casa como para llevarlo a donde lo vayamos a consumir.

Lo podemos acompañar de guisantes verdes hervidos y alguna salsa como aparece en el libro.

¿Qué te parece esta receta? Nos encantan los pasteles de carne, bonitos y reconfortantes, ideales para estos días de otoño en los que necesitamos ese plus de mimos que este tipo de receta nos puede ofrecer.

Bon appétit!

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por Mes Petits Accidents

cava

Pizza de pera y mozzarella con cava

Hace unas semanas, Isabel y Alberto, los padres de Luz, una amiga de Ma Petite Chloé, nos invitaron a su casa y nos prepararon una pizza con pera.

La descubrieron cuando vivían en Irlanda y desde entonces la suelen preparar con frecuencia. Nosotros nunca la habíamos probado y teníamos muchas ganas de descubrirla, así que cuando comprobamos lo rica que estaba me apunté los ingredientes para hacerla en casa.

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

1 masa de pizza

8 cucharadas pisto

1 mozzarella grande

3 cucharadas colmadas de aceitunas negra en rodajas

1/2 pera

orégano

tabasco (opcional)

Podemos utilizar la masa de pizza que más nos guste, tradicional, extrafina, pero desde que hemos descubierto esta base de pizza estilo romano precocinada, estirada a mano y fermentada durante 72 horas, nos encanta cómo queda.

El pisto lo podemos comprar ya hecho o lo podemos preparar nosotros, aquí tienes la receta de mi madre. También podemos sustituirlo por cualquier salsa de tomate, aquí te dejo la de kétchup que yo hago.

Preparación:

Lo primero que vamos a hacer es preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a necesitar para agilizar la preparación. Precalentamos el horno a 220ºC con calor arriba y abajo.

Ponemos un papel para hornear sobre una bandeja de horno y colocamos la masa de pizza. Extendemos el pisto o la salsa de tomate, dejando un centímetro del borde sin cubrir, con la masa que hemos elegido es muy fácil porque ella te lo marca.

A continuación, troceamos el queso mozzarella con las manos para que queden trozos desiguales, dándole una apariencia más rustica y las colocamos sobre la base de pisto.

Distribuimos las rodajas de aceituna negra que contrastará con el color blanco del queso. Y, para terminar, ponemos láminas de pera, tantas como nos apetezcan.

Llevamos al horno y horneamos durante unos 17 minutos a una altura media alta, o hasta que esté hecha.

Presentación:

La colocamos sobre una tabla de madera, rociamos con un poco de tabasco, si queremos darle un toque de sabor más fuerte. Y, para terminar, distribuimos unas hojas de orégano frescas que le aportarán color, aroma y sabor a la pizza. La llevamos a la mesa y con un cortador de pizza, la cortamos en 6 trozos iguales y servimos.

En cuanto al maridaje, hemos pensado que lo mejor que pude acompañar a esta delicada y deliciosa pizza es un cava. Nosotros hemos elegido el Cava Ecológico Vega Medien Brut Crianza 12 meses que despliega aromas intensos a pera y manzana con notas de lima y flores blancas. Cuando lo pruebas, resulta fresco dejando un largo gusto elegante y floral. Está elaborado con uvas Macabeo y uvas Chardonnay. Este cava es ideal para maridar con nuestra pizza de pera. ¿No crees?

¿Qué te parece esta pizza? ¿Y este maridaje? Para nosotros es el maridaje perfecto, una muy buena opción para disfrutar en buena compañía, porque las cosas buenas de la vida saben mejor si es en compañía, ¿no crees?

Bon appétit!

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por Mes Petits Accidents

cocina de aprovechamiento

Crema de verduras de raíz

Hoy apetece algo calentito y reconfortante. Mientras estoy escribiendo en el ordenador, desvío la mirada por la ventana y veo como el viento agita las ramas del árbol del jardín haciendo que sus hojas de color ocre rojo caigan. El cielo está oscuro y parece que va a empezar a llover.

Necesito una comida calentita y reconfortante que me haga sentir bien, así que he pensado en hacer una crema con lo que tengo en la nevera.

Los ingredientes que vamos a necesitar para cuatro personas son:

2 puerros

1 cebolla

4 ajos

6 zanahorias

3 patatas medianas

2 ramitas de romero

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 litro de agua

1/4 de taza de nata para cocinar (opcional)

1 nuez de mantequilla (opcional)

1/4 de cucharadita de nuez moscada (opcional)

sal

pimienta

Para la presentación:

unas hojitas de tomillo limón

nata

vinagre de Módena

Las zanahorias que vamos a utilizar son un mix de diferentes colores y tamaños que pesan unos 700 gramos. En cuanto a las patatas, como no tenía medianas he aprovechado unas pequeñas que han pesado unos 400 gramos.

En lugar de nata para cocinar se puede utilizar créme fraîche, leche o yogur para decorar.

Preparación:

Lo primero que vamos a hacer es preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a necesitar para la elaboración de la crema. Comenzamos picando el puerro y la cebolla y reservamos. Pelamos los ajos y reservamos también, a mí me gusta quitarles el centro para que no se repitan. Lavamos bien las zanahorias y las patatas y cortamos toscamente también, pero de tamaños semejantes. Cogemos unas ramitas de romero de la planta que tengo en la cocina, lavamos y reservamos también.

Echamos el puerro, la cebolla y el ajo a una cazuela con un poco de aceite de oliva y pochamos.

Cuando empiece a ponerse transparente, incorporamos el resto de los ingredientes y removemos de vez en cuando para que no se pegue.

Transcurridos unos minutos agregamos agua, cubriendo un poco más del límite de la verdura y llevamos a ebullición, bajamos el fuego, ponemos la tapa y dejamos cocinar durante 30 minutos o hasta que estén tiernas.

Trituramos y, si queremos conseguir una textura más fina, la podemos pasar por un colador o tamiz.

Vamos a poner nuevamente la fina crema en el fuego y comprobamos su densidad, de manera que, si está muy densa, le podemos echar un poco más de agua. Aunque yo solo le añado la nata, la mantequilla, la pimienta y la nuez moscada.

Presentación:

Servimos en unos boles o platos hondos, rociamos un poco de nata de cocinar, unas gotas de vinagre de Módena y espolvoreamos unas hojitas de tomillo limón.

Tengo que decirte que, durante el cocinado, empezó a llover y al terminar apetecía aún más un plato de esta crema de verduras de raíz que me reconfortara.

¿Qué te suele apetecer en estos días otoñales? ¿Eres de platos de cuchara? ¿Te gustan las cremas o eres más de sopas? ¿Hay algún plato que te gusta tomar estos días que te transporte a tu infancia y te reconforte? Cuéntanos su historia.

Bon appétit!