Pequeños Accidentes

Estamos en mayo, el mes de las flores, las cruces, los patios y la Feria de Córdoba. Así que no puedo pasar la ocasión de hablar sobre mi ciudad.

Haré un recorrido por los mis rincones favoritos, espero que os guste. Comenzamos el recorrido por Córdoba...

El mes de mayo empieza con las cruces, el primer fin de semana. Solo se puede disfrutar de esta fiesta en Córdoba y Granada.

Los dos siguientes fines de semana tenemos los patios. Aunque en cualquier otra época del año, hay casas con sus puertas abiertas y podéis ver algunos de los patios más bonitos de la ciudad, eso sí, sin flores. En mayo es cuando nos gusta más, siempre hacemos la Ruta por el barrio de San Basilio, denominado Ruta del Alcázar Viejo y Judería. Para nosotros es la más bonita y la que más se puede aprovechar, ya que además tenéis cerca La Torre de la Calahorra, El Puente Romano, El Arco del Triunfo, La Mezquita, Los Baños Árabes, El Alcázar de los Reyes Cristianos y Las Caballerizas Reales.

¿Dónde comer? Cuando vamos de patios, nos paramos a comer a Casa Rubio, en la Puerta de Almodóvar.

Otro sitio interesante para visitar es La Corredera, donde podéis parar a tomaros algo, se está muy bien allí, a cualquier hora del día. Algunas noches hay conciertos. Subiendo por la calle hacia el ayuntamiento, hay otra de la Tabernas en donde los cordobeses nos gusta ir, Taberna Salinas, fundada en 1879, es para ir de tapeo, y mientras que esperas mesa, tiene una barra donde puedes degustar un buen vino, ya sea fino, dulce o un fiti-fiti (en cordobés), que es un fifty-fifty, mitad fino y mitad dulce, es el que yo me suelo pedir. La dirección completa es la Calle Tundidores 3 (Junto a Espartería), telf.: 957 48 01 35. Os aconsejo llamar porque sé que cierran un día pero no sé cuál.

Podéis continuar visitando el Ayuntamiento, donde podéis ver los restos del antiguo templo romano de Claudio Marcelo, que allí se levantaba en la antigüedad.

Desde ahí tenéis dos opciones, o ir a la Plaza de las Tendillas o a la Plaza de Capuchinos, donde me casé, en la Iglesia de la Paz y la Esperanza.

Desde el Templo Romano subiendo por la calle Claudio Marcelo llegaréis hasta la Plaza de las Tendillas. Es el eje donde se desarrolla y organiza la vida comercial de la capital cordobesa al servir como conector de las principales avenidas comerciales como son las calles de Cruz Conde y Gondomar.

En torno al siglo XIV, se encontraban las casas de la Orden de Calatrava, así como diferentes pequeñas tiendas, de ahí el nombre de las Tendillas de Calatrava, por el cuál ha permanecido hasta la actualidad.

En 1908 comenzó el proceso de formación de la actual plaza de las Tendillas, ensanchándose desde este al oeste de la plaza. En 1923, se procede al derribo del Hotel Suizo. Cuatro años más tarde, en 1927, se traslada a la plaza el Monumento al Gran Capitán, obra de Mateo Inurria. Se reformó por última vez en el año 1999, siendo inaugurada el 13 de mayo por el alcalde Rafael Merino.

El reloj de la Plaza de las Tendillas (29 de enero de 1961), situado sobre la esquina de la calle Gondomar, posee la peculiaridad de que en lugar de dar campanadas, toca los cuartos y las horas con el sonido de una guitarra construida por Manuel Reyes Maldonado y tocada por el guitarrista Juan Serrano a ritmo de soleares.

Y para comer tenéis la taberna El Pisto que está muy bien, en la Plaza de San Miguel, Telf.: 957 47 83 28.

La Plaza de Capuchinos es una visita obligada, donde se han rodado escenas de películas como la de "El Cristo de los Faroles". Es una plaza del siglo XVII. Allí encontraréis dos iglesias, la de La Paz y la Esperanza (antiguo convento de Capuchinos del 1633) y la de Los Dolores (Iglesia que se terminó en 1728). En un lado de la plaza encontraréis el Cristo de los Faroles, de 1794 y posteriormente se instala la verja (años 20).

Para ir a la Plaza de Capuchinos, os situáis mirando la puerta del Ayuntamiento, debéis tomar la calle que sale a la derecha, Calle Alfaros. Sobre la mitad de esta calle, veréis, a la izquierda, una calle que son escaleras, llamada La Cuesta el Bailío, calle que comunicaba la ciudad alta (Medina) y la baja (Axerquía), y donde antiguamente se podía ver un arco. Lo que sí se puede ver es la fuente que hay delante de la casa del Bailío, ahí tenéis que echaros una foto. La Cuesta del Bailío comunica con la Plaza de Capuchinos.

Si tenéis más tiempo, podéis visitar el Palacio de Viana, casa señorial del siglo XIV, en la Calle de Las Rejas de Don Gome 2, telf.: 957 49 67 41. Este palacio museo tiene unos patios espectaculares. Normalmente los reportajes de novios se hacen allí.

En la misma plaza hay un restaurante al que nos gusta ir, se llama La Venencia, tiene diferentes menús degustación que van cambiando. El dueño y cocinero va mesa por mesa explicando de qué se compone cada plato y su historia y/o procedencia, y con qué vino combina mejor, también hace aclaraciones sobre el vino. Su comida está basada casi siempre en la comida tradicional cordobesa, aunque adaptada a nuestros gustos actuales. Por ejemplo, el salmorejo, inicialmente era blanco y cuando se introdujo el tomate en España procedente de Las Américas, se convirtió en el que actualmente se puede comer en todos los hogares, bares, tabernas y restaurantes de Córdoba. Lo ideal sería que en cualquier lugar de los que paséis a tomaros algo, pidáis una tapa de cada para probarlos, ambos están buenísimos.

En Córdoba puedes encontrar un mercado como los que hay en Madrid o Barcelona, el Mercado Victoria, que se encuentra en los Jardines de La Victoria, cerca del casco histórico de Córdoba. Donde, cuando era pequeña, se ponía La Feria.

En la actualidad, la Feria de Córdoba se extiende en el recinto ferial de El Arenal, calles llenas de casetas desde donde sale la música que te invita a entrar. En algunas hay espectáculos en directo y buena comida.

Este año, por fín hemos vuelto a ir, después de muchos años sin poderla disfrutar. Y he podido ver uno de mis sueños cumplidos ya que he ido con mi hija y las dos vestidas de gitana.