El próximo lunes es el cumpleaños de Ma Petite Chloé que vamos a celebrar mañana y hoy vamos a compartir con vosotros la tarta que hemos decidido hacer este año para la celebración.
Ella tiene muy claro lo que quiere, que es celebrar su cumpleaños en su casa. Además, le gusta participar en la elaboración de la tarta por lo que hemos vuelto a repetir. Para su segundo cumpleaños hicimos la Tarta Elsa, para su tercer cumpleaños elaboramos la Tarta Rapunzel y, para celebrar su cuarto cumpleaños hemos hecho otra versión de estas tartas.
¿Por qué la Tarta Vaiana? Porque este año, una de las películas que más hemos visto ha sido Vaiana y nos gusta mucho, así como su banda sonora que no para de sonar en el coche.
Los ingredientes que vamos a necesitar para mi versión de esta dulce, refrescante y divertida receta para ocho personas son:
Para la base:
150 g de barquillos de coco
Para la crema:
300 g de mermelada de mango
600 ml de nata para montar
colorante azul
Para decorar:
150 g de barquillos de coco triturados
coco rallado (opcional)
bombones de conchas de mar
Para la base de nuestra tarta helada vamos a utilizar unas galletas de barquillo tradicionales rellenas de coco, aunque últimamente son más difíciles de encontrar. Estas galletas de coco, nos gustaban a Monsieur Accidents y a mí cuando éramos niños. Si no las encuentras, las puedes sustituir por barquillos de nata y darle ese toque a coco añadiendo un poco de coco rallado. La crema hará que no necesitemos ningún ingrediente más porque, al triturarla, las migas se unen. Además, le dará un color dorado que contrastará con el color del semifrío.
En cuanto a la mermelada, podemos pasarla a través de un colador o tamiz para tener una consistencia suave y aterciopelada, aunque yo no lo suelo hacer, me gusta que rompa con la monotonía del color blanco de la nata con diferentes tonalidades. Aunque en este caso, vamos a añadirle colorante azul para darle el toque a mar.
Preparación:
Comenzamos con la base de nuestra tarta, para ello, introducimos las galletas de coco en un vaso de un procesador de alimentos y trituramos hasta obtener migas. Cogemos un molde desmoldable redondo de 18 centímetros, vertemos las migas de galleta y coco en él y nivelamos bien con el dorso de una cuchara. Llevamos el molde al congelador.
Vertemos la nata en un vaso de un procesador de alimentos y batimos. Cuando esté casi completamente montada, bajamos la velocidad y añadimos la mermelada de mango, cucharada a cucharada, para no desmontar la nata. Vamos a ir añadiendo colorante azul, removiendo con movimientos envolventes, hasta que adquiera el tono que queramos.
Sacamos el molde del congelador y vertemos la crema obtenida dentro del molde, lo llevamos de nuevo al congelador y la dejamos reposar durante unas 4 horas, como mínimo.
Recuerdo cuando mi madre hacía natillas o cualquier otro postre y me daba la cuchara para probar y rebañar la olla o el bol, era un placer al que no me podía resistir. Era una de las cosas que me motivaban para ayudar a mi madre. Me gusta ver que Ma Petite Chloé hace lo mismo.
Presentación:
Sacamos del congelador y desmoldamos. Podemos servirla inmediatamente y disfrutarla como un helado o dejarla descongelar ligeramente. A mí me gusta sacar la tarta del congelador, al menos, 15 minutos antes de servir, me resulta más fácil de servir y comer.
La desmoldamos y la colocamos sobre una base de tarta. Para terminar, decoramos con un poco barquillos de coco triturados y unos bombones de formas diversas relacionadas con el mar. Ma Petite Chloé quería poner una de sus muñecas en su tarta.
Transcurridos los 15 minutos, la llevamos a la mesa y lista para la disfrutar de esta cremosa, fresquita y sabrosa tarta.
Como es para el cumpleaños de Ma Petite Chloé, vamos a terminar colocando un cake topper de Vaiana que ella ha elegido.
¿Qué te parece esta tarta? Es ideal para una celebración o simplemente para disfrutar de algo que nos refresque los días calurosos de la primavera y el verano. En nuestra casa se ha convertido en todo un clásico para estas fechas.
Bon appétit!
