Nos despedimos de enero y le damos la bienvenida a febrero con una nueva receta para una historia.
Si el final de año fue intenso para mí, el 2020 ha comenzado igual. Enero ha sido un mes complejo, lleno de esperanzas y decepciones, pero también ha habido momentos dulces que he podido saborear.
Como febrero es el mes del amor, mi propuesta para este mes va a ser una novela romántica, "Me encontrarás en el fin del mundo".
Mis estanterías adoran la literatura francesa y uno de los escritores que más me gustan es Nicolas Barreau. En sus libros, el autor nos invita a pasear por París, conocer sus barrios, calles, librerías, cines, restaurantes, galerías de arte... que se unen con la locura del amor, el destino y un poco de misterio, haciendo que sus novelas nos saquen siempre una sonrisa.
Ya compartí con vosotros otros títulos de este escritor francés, como Atardecer en París, La sonrisa de las mujeres y Menú de amor, libros que os recomiendo.
Los ingredientes para elaborar una receta llena de color, amor y misterio parisino son:
1 atractivo joven (Opcional: Jean-Luc Champollion)
1 galería de arte en París
1 taza de éxito con las mujeres
1 taza de disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas
1 perro dálmata (Opcional: Cézanne)
1 carta misteriosa de amor... sin remitente
1 cucharada de intriga
1 juego
1 desconocida (Opcional: La Principessa)
1 deliciosa correspondencia por e-mail
1 destino
En un bol echamos un atractivo joven propietario de una galería de arte en París, Jean-Luc Champollion que está acostumbrado a tener éxito con las mujeres y cuya única ambición es disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas y su adorado perro dálmata llamado Cézanne. Amasamos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
A continuación, agregamos una misteriosa carta de amor... sin remitente y un juego que propone la desconocida. Amasamos nuevamente. Pasamos la masa a un bol donde hemos espolvoreado un poco de intriga y dejamos reposar.
Cuando la masa haya duplicado su tamaño, preparamos la superficie de trabajo espolvoreando un poco de harina sobre ella.
Extendemos la masa con ayuda de un rodillo y la cubrimos con una deliciosa correspondencia por e-mail. Cogemos un extremo y lo enrollamos hasta el final, cortamos en partes iguales y colocamos los rollitos de masa rellena en el molde, poniendo uno en el centro y el resto a su alrededor. Tapamos y dejamos reposar.
Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Para que nuestro brioche adquiera un toque más dorado lo pintamos con una mezcla de yema de huevo y leche. Espolvoreamos un poco de azúcar perlado por encima y llevamos al horno.
Horneamos hasta descubrir a esa mujer que tantos detalles conoce de la vida de Jean-Luc Champollion y a la que nunca ha visto en persona... ¿o sí?
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla hasta que sepamos los planes que tiene el destino para los protagonistas.
He elegido la receta de Fleurs de brioche à la fraise porque me parece una buena opción para celebrar el día de los enamorados. Una receta francesa, colorida, dulce y deliciosa que podemos compartir con las personas que más queremos. ¿Se pude pedir más?
Como siempre, os invito a que penséis y escribáis un relato con estos ingredientes y lo compartáis con nosotros. Es una forma de dejar libre nuestra imaginación y desarrollar nuestra creatividad.
Bon appétit! Joyeux février!