Hacer vinagre casero mediante fermentación madre
lunes, 1 de septiembre de 2025Como os he ido contando a lo largo de agosto, a finales de julio y principios de agosto hemos estado en el sur de Francia visitando a la familia. Siempre aprendemos cosas nuevas ya que nuestra familia francesa tiene huertos donde cultivan sus propias verduras y plantas aromáticas. Además de ser muy conscientes del reciclaje y reutilización del agua para hacer un mundo mejor y más ecológico. Siempre me traigo recetas como las que he ido compartiendo con vosotros durante el verano.
Una de las cosas que me habían contado hace años es que hacían su propio vinagre y este año, me han enseñado a hacerlo. ¿Queréis saber cómo lo hacen? Pues sigue leyendo que te lo cuento.
Nuestros primos Jean Michel y Agnes nos prepararon un tarro grande de cristal con un poco de madre con vinagre para que pudiéramos seguir con la elaboración de nuestro propio vinagre. Y es que en casa somos muy fan del vinagre y si lo podemos hacer nosotros, mucho mejor.
Hay diferentes métodos para hacer nuestro propio vinagre, pero el que mi familia elige, es hacerlo mediante fermentación madre.
Lo primero que he hecho es buscar un recipiente similar al que nuestros primos tenían en su casa con el vinagre, una vasija de cerámica con tapa, que finalmente me ha dado mi vecina Raquel. Esto me recuerda a mi infancia, a la alacena que tenía mi abuela en el patio llena de vasijas de cerámica marrones con diferentes contenidos.
A continuación, vertemos el contenido del tarro de cristal que me traje de Francia en ella y la tapamos.
El proceso es muy sencillo, cada vez que nos sobre algo de vino, lo vertemos en la vasija y la tapamos. Dejamos fermentar durante unas semanas en un lugar oscuro y templado de la casa.
Cuando queramos utilizarlo, lo probamos y, si tiene gusto a vinagre, pero lo notamos demasiado suave, lo dejamos fermentar un poco más.
Agnes nos comentó que siempre que necesitan vinagre lo cogen directamente de la vasija y lo utilizan.
He investigado un poco y he leído que es bueno eliminar el alcohol y las bacterias vivas para convertir el vinagre en un producto aséptico y seguro, para ello, vertemos un poco del vinagre que tenemos en la vasija en un tarro de cristal y lo calentamos al baño maría durante unos 10 minutos, de manera que se caliente, pero sin llegar a hervir. Dejamos enfriar y lo vertemos en una botella de cristal con boca estrecha. Mantendremos el vinagre en un lugar fresco y oscuro para conservarlo. Este vinagre casero aguantará años, aunque lo ideal es consumirlo lo antes posible para disfrutar de su sabor y aroma.
Pero también he leído que no hace falta hacer este paso, es decir, lo hacen como nuestra familia. Así, cuando el vino huela a vinagre, se cuela el líquido con una gasa fina vertiéndolo en una botella con cierre hermético que tapamos y dejamos reposar el vinagre antes de consumirlo para que los aromas se integren y sus características se desarrollen.
El resto del vinagre lo dejamos en la vasija donde se seguirá formando la capa madre que es como un velo de flor, como la que Jean Michel y Agnes tenían y de la que nos trajimos una parte.
Ahora que ya sabes cómo hacer tu propio vinagre, ¿te atreves a hacerlo? Creo que es una buena forma de no tirar ese vino que a veces nos queda que no vamos a poder beber y que se puede aprovechar.
Me gustan las recetas y consejos para que mi casa sea más ecológica y mejor. Esta receta de aprovechamiento para hacer vinagre mediante fermentación madre sin duda es un gran descubrimiento. ¿No crees?
¡Qué tengas un día lleno de deliciosos, aromáticos y pequeños accidentes! Bon appétit!
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