El altar del Día de los Muertos

viernes, 24 de octubre de 2025

Seguimos con nuestra decoración para Halloween, que este año está dedicada al Día de los Muertos. Ya os he explicado como he hecho las guirnaldas de papel picado y las guirnaldas de flores, hoy vamos a ponernos con el altar. 




El altar de Día de los Muertos es una ofrenda simbólica que se coloca para honrar, recordar y recibir a los difuntos. Se compone de diferentes partes, o niveles, suelen ser de tres o siete, el nuestro va a ser de tres. La primera parte, la superior representa el cielo, la tierra y el inframundo. El segundo nivel simboliza la Santísima Trinidad. Y, por último, el tercer nivel representa los siete pasos que debe recorrer el alma para alcanzar la paz espiritual.  

Lo vamos a hacer colocando tres cajas de cartón de diferentes tamaños y tapándolas con una tela negra, manteniendo los tres escalones o niveles que queremos que forme nuestro pequeño altar. 






¿Sabes cuáles son los elementos esenciales que debe tener un altar? He investigado un poco y son los siguientes:

Calaveras, pueden ser de azúcar, pero nosotros las hemos puesto de papel, dos coloreadas por Ma Petite Chloé y otra por mí. Recuerdan que la muerte es parte de la vida. 

Las culturas mesoamericanas utilizaban el tzompantli, un altar en donde colocaban los cráneos de los fallecidos, como forma de homenaje a sus seres queridos. Tras la conquista española, pasaron a colocarse calaveras de azúcar.

Para algunos, las calaveras de tamaño más grande son dedicadas al Padre Eterno, las medianas a la muerte y las pequeñas a la Santísima Trinidad. 








Fotografías de los difuntos que representan a quienes se dedican la ofrenda. Al colocar el retrato de los difuntos, se reconoce la presencia de quienes ya no están con nosotros y es una manera de recordarles para que nunca queden en el olvido. Es importante que sea un retrato individual ya que así se conserva la intención de la dedicatoria de la ofrenda. 

En nuestro caso, a mis abuelos. Ha sido un bonito momento cuando Ma Petite Chloé ha visto las fotografías de mis abuelos maternos Dolores y Rafael, de los que le hablo bastante. También ha visto la de mi abuela paterna María, de la que también le he hablado alguna vez. Falta mi abuelo paterno Rafael, pero no he encontrado ninguna foto de él en mis álbumes de la infancia. Fue el primero que se murió y me ha dado mucha pena no poderlo colocar en el altar. 

Nosotros hemos puesto las fotografías en el nivel superior del altar, pero existe la creencia de que las fotografías deben colocarse en la parte central del altar. 




Velas que representan la luz y guía del alma. Las repartimos por todo el altar. De acuerdo con las tradiciones populares mexicanas, es importante que estas comiencen a estar encendidas poco antes de los primeros días de noviembre, pues el alma que está por hacer el camino de regreso a su casa sabe que es esperada y la luz de la vela le ayuda a encontrar el camino y a llegar al altar de los muertos que ha sido preparado para él, ella o ellos. 

El último día de octubre, la víspera del Día de los Muertos, las velas se encenderán toda la noche y durante los siguientes tres días deberán de estar encendidas tanto tiempo como sea posible para que la luz guíe a las ánimas en el camino. 

La sal y el agua no pueden faltar en el altar. La sal que limpia el ambiente y purifica y preserva el alma del difunto para que no se corrompa en su viaje al mundo de los vivos. Se suele colocar junto al agua y en forma de cruz. El agua ayuda a saciar la sed del espíritu después de su largo camino para llegar al altar. 

Las flores guían el camino del difunto. Me ha llamado mucho la atención la cantidad de flores naranjas que decoran los altares del Día de Muertos y tiene su explicación. Son flores Cempasúchil, que son más comunes en primavera y, se cree que, es un regalo de los dioses para las almas errantes que buscan el camino a su hogar. Su tono anaranjado está relacionado con el sol, el fuego y el otoño, pero se dice que es su aroma lo que atrae a los difuntos a las casas de los vivos. 

También se colocan unas flores blancas y pequeñas conocidas como nubes que representan la pureza y que están destinadas para las almas de los niños. Nosotros hemos puesto flores pequeñas de diferentes colores. 

Papel picado que representa el viento y la alegría. Nosotros lo hemos puesto al pie del altar. Este papel picado llegó de china a México a principios del siglo XX y en la actualidad conserva su simbolismo para representar a los dioses y los espíritus. 




También pueden añadirse comida (pan de muerto, frutas, semillas y calaveritas de azúcar), bebida, objetos personales, aromas (romero, tomillo, laurel y copal o incienso). 

¿Qué te parece nuestro altar? Creo que ha quedado bien. Nos ha hecho reflexionar sobre cómo diferentes culturas vivimos ciertas cosas de forma muy parecida. Hacía tiempo que no iba al cementerio el Día de Todos los Santos a visitar a mis familiares y de esta forma, he hecho que mi hija piense en ellos en estos días y los tenga presentes.


 

Nos vemos en el siguiente post. 

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