Crema de verduras de raíz

miércoles, 9 de octubre de 2024

Hoy apetece algo calentito y reconfortante. Mientras estoy escribiendo en el ordenador, desvío la mirada por la ventana y veo como el viento agita las ramas del árbol del jardín haciendo que sus hojas de color ocre rojo caigan. El cielo está oscuro y parece que va a empezar a llover. 

Necesito una comida calentita y reconfortante que me haga sentir bien, así que he pensado en hacer una crema con lo que tengo en la nevera. 




Los ingredientes que vamos a necesitar para cuatro personas son:
2 puerros 
1 cebolla
4 ajos
6 zanahorias 
3 patatas medianas
2 ramitas de romero 
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 litro de agua
1/4 de taza de nata para cocinar (opcional)
1 nuez de mantequilla (opcional)
1/4 de cucharadita de nuez moscada (opcional)
sal
pimienta

Para la presentación:
unas hojitas de tomillo limón
nata
vinagre de Módena

Las zanahorias que vamos a utilizar son un mix de diferentes colores y tamaños que pesan unos 700 gramos. En cuanto a las patatas, como no tenía medianas he aprovechado unas pequeñas que han pesado unos 400 gramos. 

En lugar de nata para cocinar se puede utilizar créme fraîche, leche o yogur para decorar.

Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a necesitar para la elaboración de la crema. Comenzamos picando el puerro y la cebolla y reservamos. Pelamos los ajos y reservamos también, a mí me gusta quitarles el centro para que no se repitan. Lavamos bien las zanahorias y las patatas y cortamos toscamente también, pero de tamaños semejantes. Cogemos unas ramitas de romero de la planta que tengo en la cocina, lavamos y reservamos también.  




Echamos el puerro, la cebolla y el ajo a una cazuela con un poco de aceite de oliva y pochamos.

Cuando empiece a ponerse transparente, incorporamos el resto de los ingredientes y removemos de vez en cuando para que no se pegue. 

Transcurridos unos minutos agregamos agua, cubriendo un poco más del límite de la verdura y llevamos a ebullición, bajamos el fuego, ponemos la tapa y dejamos cocinar durante 30 minutos o hasta que estén tiernas.  

Trituramos y, si queremos conseguir una textura más fina, la podemos pasar por un colador o tamiz.




Vamos a poner nuevamente la fina crema en el fuego y comprobamos su densidad, de manera que, si está muy densa, le podemos echar un poco más de agua. Aunque yo solo le añado la nata, la mantequilla, la pimienta y la nuez moscada. 

Presentación:
Servimos en unos boles o platos hondos, rociamos un poco de nata de cocinar, unas gotas de vinagre de Módena y espolvoreamos unas hojitas de tomillo limón. 




Tengo que decirte que, durante el cocinado, empezó a llover y al terminar apetecía aún más un plato de esta crema de verduras de raíz que me reconfortara. 

¿Qué te suele apetecer en estos días otoñales? ¿Eres de platos de cuchara? ¿Te gustan las cremas o eres más de sopas? ¿Hay algún plato que te gusta tomar estos días que te transporte a tu infancia y te reconforte? Cuéntanos su historia.

Bon appétit!

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