Acqua Alta (Receta para una historia nº71)

martes, 31 de agosto de 2021

A finales de agosto del 2004, Monsieur Accidents y yo nos casamos en Córdoba y nos fuimos de viaje de novios a Italia. Pasamos unos días en Roma y en septiembre tomamos un tren con destino a Venecia. 

Por eso, el libro que he elegido para despedirnos de agosto y darle la bienvenida a septiembre ha sido el primer libro que Monsieur Accidentes leyó de Donna Leon, "Acqua Alta".




Se trata de la quinta entrega de la saga del Comisario Brunetti, que ya sabéis que nos gusta mucho. Este libro nos lo llevamos a nuestro viaje de novios para poder así recorrer las calles de Venecia y relacionarlas con lo que Donna Leon describe en sus novelas. Ver donde Guido Brunetti compra flores para su mujer Paola, dónde viven, localizar la Comisaría, etc. 


Y ahora os dejo con los ingredientes para elaborar un delicioso plato italiano lleno de sabor, cultura, intriga y misterio:
1 arqueóloga norteamericana (Opcional: Brett Lynch)
1 melancólico, culto y pragmático comisario (Opcional: Guido Brunetti)
1 agresión en una casa
2 matones
1 director del museo del Palacio Ducal (Opcional: Dottor Semenzato)
1 soprano, diva y amante de la arqueóloga (Opcional: Flavia Petrelli)
1 salvación in extremis cuchillo en mano
1 muerto con la cabeza aplastada en un despacho
1 persona sin apego al arte ni demasiados escrúpulos
1 bella pieza procedente de un yacimiento arqueológico
1 trama mafiosa que extiende su red de contrabando en el tráfico internacional de arte
1 marea que periódicamente inunda las calles de Venecia (Opcional: Aqua alta)

Comenzamos elaborando un delicioso pesto, para ello, introducimos en un vaso de un procesador de alimentos una arqueóloga norteamericana (Brett Lynch) amiga de un melancólico, culto y pragmático comisario (Guido Brunetti) que sufre una agresión en una casa, dos matones, el director del museo del Palacio Ducal (Dottor Semenzato) y trituramos hasta obtener una mezcla gruesa. Agregamos una soprano, diva y amante de la arqueóloga (Flavia Petrelli) que la salva in extremis cuchillo en mano y trituramos nuevamente hasta conseguir la textura que deseemos. 
Ahora nos ponemos con la pasta, para ello, vertemos agua en una olla que ponemos al fuego y llevamos a ebullición. Cuando el agua esté hirviendo, introducimos un muerto con la cabeza aplastada en un despacho, una persona sin apego al arte ni demasiados escrúpulos y una bella pieza procedente de un yacimiento arqueológico, dejamos cocer siguiendo las indicaciones del fabricante. 
Podemos verter el pesto en una olla que pondremos al fuego. Cuando la salsa esté caliente, añadimos la pasta y mezclamos. Mantenemos al fuego durante unos minutos.  
Servimos en platos hondos y, para decorar, unas pipas de calabaza tostadas.  
Es mejor servir estos tagliatelle con pesto di foglie di sedano en una de las terrazas que dan al Gran Canal y disfrutarlos en compañía de la familia. Y ver como la marea que periódicamente inunda las calles de Venecia (Aqua alta) arrastra consigo una suciedad que deja tras de sí un poco de inmundicia y tristeza.

¿Cuál es tu historia? Ya sabes que tienes un mes para macerar la idea, preparar un buen plato e invitarnos a probarlo.

Bon appétit!

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