Galuska: los ñoquis caseros húngaros

lunes, 13 de noviembre de 2023

En nuestro viaje a Hungría probamos en más de una ocasión una pasta que acompañaba a diferentes elaboraciones, platos de cuchara o sopas, platos de verduras... Nos llamó la atención, nos parecía extraño, pero estaba buenísima.

Hoy vamos a preparar Galuska que es una pasta similar a los Gnocchi italianos muy tradicional de las gastronomías de los países de Europa como Hungría, Polonia, Eslovaquia y Ucrania. 




Se elabora a base de harina, sal y agua. También puede contener leche, patata rallada o huevo. Es costumbre pasar la masa por un tamiz especial para que los pedacitos de masa caigan en el agua hirviendo. Se suele servir de formas diferentes, dependiendo de la región. En Hungría suele acompañar al Pollo paprikash.

Los ingredientes que vamos a necesitar para elaborar nuestra versión de esta receta para cuatro personas son:
Para la masa Galuska:
2 huevos grandes al menos 
100 ml de agua tibia 
200 gramos de harina
sal

Para la salsa:
mantequilla
perejil

El agua se puede sustituir por leche templada también. O parte de agua y parte de leche. 

Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a utilizar. 

Cascamos los huevos, los introducimos en un bol y los batimos con un tenedor.  Agregamos el agua tibia y mezclamos hasta que esté bien integrada. 

Añadimos la harina y mezclamos rápidamente con una cuchara de madera. Es importante que no mezclemos demasiado, está bien si quedan algunos grumos de harina. 




Se puede dejar reposar en la nevera antes de cocinarla para que la harina absorba los líquidos.

Preparamos un bol con agua muy fría, yo suelo añadir algunos cubitos de hielo. Vertemos agua en una olla o cacerola y llevamos a ebullición. Agregamos sal y removemos. 

Hay diferentes formas de hacer estas piezas de pasta. Manualmente, picamos las bolas de masa, inclinando la masa sobre el borde de una tabla de cortar, apoyando la tabla sobre el borde de la cacerola, inclinándola y, con una cuchara o un cuchillo mojado en agua hirviendo, picamos las bolitas de la masa y las introducimos en el agua. 

También se puede utilizar una máquina para hacer spaetzle, como se conoce a esta pasta en Alemania, lo que debería facilitar un poco el proceso. Como alternativa, podemos utilizar un colador o rallador que simule esta máquina. 




Cocinamos durante unos 3-4 minutos. Cuando la pasta está lista, sube a la superficie del agua. La sacamos con una espumadera y la introducimos en el bol de agua fría para cortar la cocción. 




Ahora nos ponemos con la salsa con la que le vamos a darle sabor a la pasta. En una sartén derretimos la mantequilla, añadimos la pasta escurrida y salteamos. 

Presentación:
Colocamos la pasta en una bandeja de presentación bonita y espolvoreamos un poco de perejil. 




¿Has probado alguna vez este plato? A nosotros nos sorprendió mucho y, una vez que hemos aprendido a hacer esta pasta, se va a convertir en una de nuestras recetas habituales. 

Bon appétit!

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