Hace unas semanas, mi vecina Aitana me pidió que le ayudara con un trabajo para clase, una receta para hacer con unas compañeras de clase. Ella había pensado en unas galletas rellenas de chocolate.
Aitana no quería frutos secos ni para el relleno ni la masa, así que pensé que lo mejor era preparar una ganache de chocolate y añadir pepitas de chocolate a la masa. Porque el chocolate nunca es suficiente, ¿no crees?
Además, ayer fue el Día Mundial de la Repostería que se celebra cada año el tercer domingo de mayo y nosotros nos unimos a esta celebración horneando estas deliciosas galletas.
Los ingredientes que vamos a necesitar son los siguientes:
Para la ganache:
75 ml de nata para montar
75 g de chocolate de postres
Para la masa de las galletas:
220 g de mantequilla
110 g de azúcar moreno
90 g de azúcar blanquilla
2 huevos
400 g de harina de repostería
1 cucharada de levadura
1 cucharada de esencia de vainilla
200 g de chips de chocolate
Cuando preparo ganache, la hago para tres veces con 200 ml de nata para montar y 200 gramos de chocolate para postres.
La mantequilla es mejor que esté en pomada por lo que la dejamos a temperatura ambiente un rato antes de ponernos con la receta.
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es la ganache de chocolate, si es el día anterior mejor, para que, a la hora de utilizarlo, esté bien fría. Para ello, troceamos el chocolate y reservamos. Vertemos la nata en un cazo que ponemos al fuego, llevamos a ebullición y apartamos del fuego. Añadimos el chocolate troceado, dejamos reposar unos minutos y removemos. Repetimos la operación, es decir, dejamos reposar otro poco, volvemos a remover y así hasta que el chocolate se haya fundido por completo y obtengamos una crema espesa y uniforme.
Una vez que tengamos la ganache bien fría, nos podemos poner con la masa de las galletas y, lo primero es, preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a necesitar.
Colocamos la mariposa en la Kitchenaid o batidora amasadora que tengamos. Introducimos en el vaso la mantequilla en pomada, añadimos el azúcar y mezclamos. Añadimos los huevos, uno a uno, sin parar de mezclar. Agregamos los ingredientes secos y la esencia de vainilla, mezclamos hasta obtener una masa homogénea. Por último, incorporamos las pepitas de chocolate, tapamos con papel film y llevamos a la nevera para que repose la masa al menos durante 2 horas. Mientras más repose la masa, mejor van a quedar las galletas.
Transcurrido este tiempo, cubrimos con papel de hornear una bandeja para horno y precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Sacamos la masa de la nevera y hacemos bolas, yo suelo utilizar una cuchara de servir helado para que todas salgan de igual tamaño.
Cogemos una bola de masa con ayuda de una cuchara grande de servir helados, aplastamos, colocamos un poco de ganache en medio, como una cucharadita, y envolvemos la crema de chocolate con la masa hasta que quede una bola.
O también podemos coger una porción de masa con la cuchara pequeña de servir helados y dividirla en dos, hacer dos bolas y aplastarlas, colocar una cucharadita de ganache de chocolate en una de las mitades y cubrirla con la otra parte de la masa, unir bien y dar forma de bola. A mí, esta forma de hacer las bolas de masa rellenas me resulta más fácil que la anterior y creo que quedan mejor.
La colocamos en la bandeja de horno que tenemos preparada, sin aplastar, y repetimos la operación hasta terminar con la masa. Con estas cantidades nos han dado para 16 galletas grandes o 23 más pequeñas, dependiendo de la cuchara de servir helados que elijamos.
Llevamos al horno y horneamos durante 13 minutos a una altura media alta. Transcurrido este tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar. Podemos retirarlas de la bandeja para cortar la cocción, pero yo no lo suelo hacer.
Presentación:
Como es para un trabajo de clase, una vez que las galletas están frías, las guardamos en unas cajas donde hemos puesto papel de horno y tapamos. Así, son más fáciles de transportar.
¿Qué te parece esta receta? Estas galletas son todo un vicio, una vez pruebes una, no vas a poder parar.
Bon appétit!
