El librero
miércoles, 19 de febrero de 2020
Estas navidades pasé por La Central, una librería a la que iba con frecuencia cuando trabajaba en Madrid. Es uno de esos lugares donde te pierdes entre montañas, estanterías y mesas llenas de libros y puedes descansar tomando un café con galletas en el centro la casa palaciega en la que está situada esta librería.
Me gustan los libros ilustrados y en La Central puedes encontrarlos en diferentes estancias. Allí he encontrado libros de Jimmy Liao, Benjamin Lacombe y Rébecca Dautremer, entre otros. En mi última visita encontré "El librero" de Roal Dhal , traducido por Xesús Fraga, ilustrado por Federico Delicado y de la Editorial Nordicalibros.
Ya os hablé sobre este escritor y novelista británico que es abuelo de unas de mis cocineras de cabecera, Sophie Dahl, en este post.
Conocido por sus obra para niños como "Los gremmlins", "James y el melocotón gigante", "Charlie y la fábrica de chocolate" o "Matilda", entre otros.
Los Angeles Time lo describe como "Un narrador en la tradición de Poe y Hawthorne. Dahl comparte la maestría de los grandes escritores del pasado con respecto a la trama y los personajes, unida a una ferocidad y un retorcimiento típicamente suyos".
Os dejo con la sinopsis de uno de los grandes relatos de Roal Dahl, "El librero", que fue publicado por primera vez en 1987:
"«Hace tiempo, si uno se dirigía a Charing Cross Road desde Trafalgar Square, en cuestión de minutos se encontraba con una librería situada a mano derecha y sobre cuyo escaparate un cartel anunciando: "WILLIAM BUGGAGE. LIBROS RAROS». Allí trabajaban dos curiosos personajes: el librero, William Buggage, y su ayudante, la señorita Tottle, quienes no prestan demasiada atención a la venta de libros. Prefieren, más bien, leer cada día los obituarios, así como su obra favorita: el Who's Who."
Se trata de un relato con un final inesperado y sorprendente, a lo que nos tiene acostumbrado este brillante autor en sus libros.
Con la compra de este libro se ayuda a un niño, ya que el 10% de las ganancias de Roal Dahl se destinan a organizaciones benéficas colaboradoras. Recuerda que entre todos podemos hacer grandes cosas con muy poco.
Leer un libro nos nutre y alegra la vista (sobre todo, si son ilustrados como este), nos permite viajar y descubrir lugares desconocidos (como una extraña librería), recrear otros mundos o recordar lugares que echamos de menos (como Londres), vivir otras vidas y descubrir personajes que nos dejarán huella...
¡Qué tengas un bonito día lleno de maravillosos pequeños accidentes!
Me gustan los libros ilustrados y en La Central puedes encontrarlos en diferentes estancias. Allí he encontrado libros de Jimmy Liao, Benjamin Lacombe y Rébecca Dautremer, entre otros. En mi última visita encontré "El librero" de Roal Dhal , traducido por Xesús Fraga, ilustrado por Federico Delicado y de la Editorial Nordicalibros.
Ya os hablé sobre este escritor y novelista británico que es abuelo de unas de mis cocineras de cabecera, Sophie Dahl, en este post.
Conocido por sus obra para niños como "Los gremmlins", "James y el melocotón gigante", "Charlie y la fábrica de chocolate" o "Matilda", entre otros.
Los Angeles Time lo describe como "Un narrador en la tradición de Poe y Hawthorne. Dahl comparte la maestría de los grandes escritores del pasado con respecto a la trama y los personajes, unida a una ferocidad y un retorcimiento típicamente suyos".
Os dejo con la sinopsis de uno de los grandes relatos de Roal Dahl, "El librero", que fue publicado por primera vez en 1987:
"«Hace tiempo, si uno se dirigía a Charing Cross Road desde Trafalgar Square, en cuestión de minutos se encontraba con una librería situada a mano derecha y sobre cuyo escaparate un cartel anunciando: "WILLIAM BUGGAGE. LIBROS RAROS». Allí trabajaban dos curiosos personajes: el librero, William Buggage, y su ayudante, la señorita Tottle, quienes no prestan demasiada atención a la venta de libros. Prefieren, más bien, leer cada día los obituarios, así como su obra favorita: el Who's Who."
Se trata de un relato con un final inesperado y sorprendente, a lo que nos tiene acostumbrado este brillante autor en sus libros.
Con la compra de este libro se ayuda a un niño, ya que el 10% de las ganancias de Roal Dahl se destinan a organizaciones benéficas colaboradoras. Recuerda que entre todos podemos hacer grandes cosas con muy poco.
Leer un libro nos nutre y alegra la vista (sobre todo, si son ilustrados como este), nos permite viajar y descubrir lugares desconocidos (como una extraña librería), recrear otros mundos o recordar lugares que echamos de menos (como Londres), vivir otras vidas y descubrir personajes que nos dejarán huella...
¡Qué tengas un bonito día lleno de maravillosos pequeños accidentes!
2 comentarios
Buen libro y bonita historia!!!
ResponderEliminar¡Hola Encarni!
EliminarEs un libro muy fácil de leer que te recomiendo, te va a gustar.
Además, es un libro ilustrado y ya sabes lo que me gustan este tipo de libros.
Y aún más, con la compra de este libro se ayuda a un niño, ya que el 10% de las ganancias de Roal Dahl se destinan a organizaciones benéficas colaboradoras.
Así que este libro lo tiene todo, buena literatura, bonitas ilustraciones y podemos aportar nuestro granito de arena para ayudar a hacer felices a los niños. ¿Se puede pedir más?
¡Que tengas un buen día!