Crítica gastronómica de Asesinato en la Abadía de Fressange
miércoles, 21 de marzo de 2018
Ya está aquí el post de la crítica gastronómica sobre los relatos que habéis elaborado en febrero utilizando los ingredientes que os facilito previamente.
Febrero ha sido un mes corto, en el que algun@s de vosotr@s habéis celebrado el Día de Andalucía, otr@s lo hemos tenido que celebrar en el exilio y en día laborable. Hemos disfrutado de los carnavales, de estrenos de películas, del teatro,... Cualquier excusa es buena para pasar un buen rato con las personas que queremos.
Pero antes de empezar con las críticas, os recuerdo que ya hay nuevos ingredientes para que elaboréis un nuevo relato en Receta para una historia nº42: Muerte en la Fenice.
Hoy vamos a valorar y hacer la crítica correspondiente al plato que ha elaborado Encarni M.:
Hacia la Abadía de Valldemossa (Mallorca), se dirigen, la Capitana de Investigación Alicia Torres, acompañada por el Capitán de Brigada Local Felipe Castro, para investigar la muerte en extrañas circunstancias de un monje de la abadía, encontrado muerto colgado boca abajo en una cruz, en las puertas del cementerio de la abadía.
El monje asesinado era el responsable del laboratorio farmacéutico y le unía una gran amistad y compañerismo con el monje encargado de la destilería.
Los dos policías interrogan a todos los monjes de la abadía, preguntan a los vecinos y a todos los visitantes, (es un lugar muy frecuentado por turistas). Tras muchos interrogatorios, descubren que los dos monjes trabajaban en una "formula ritual mágica", escrita con sangre en francés antiguo.
La fórmula se componía de un licor de plantas silvestres que los monjes llevan elaborando nueve siglos.
Una central farmacéutica del lugar estaba muy interesada en que los monjes le cedieran la fórmula y estaba presionando al monje de la destilería para comprársela, pero el monje del laboratorio se negaba a colaborar.
El monje de la destilería, recurre a un huérfano, dolido que había sido expulsado de la abadía hace tiempo, preparan una fórmula que les habían administrado a cuatro enfermos de cáncer, ya fallecidos.
Consistía en: 1/2 de veneno que ponían en una cantimplora, 1 puñado de fórmulas química y ellos aportan 1/3 de dolor y 1/4 de venganza y lo dejan macerar. Todo eso lo embotellan y citan al monje en la bodega de la abadía, el huérfano (cómplice del monje), le da a probar al monje lo que habían fabricado y el monje muere al instante envenenado.
Los dos policías descubierto todo se dirigen a casa del huérfano, (que se llamaba Oliver Fuentes), les cuenta todo y dice que entre los dos lo habían tramado todo, que lo hicieron por dolor y venganza.
Y hasta aquí el plato elaborado por nuestra colaboradora más fiel, esperamos que os guste. Ahora os toca a vosotros valorar y hacer las críticas y comentarios correspondientes.
¡¡Feliz mes de Marzo!!
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