Capítulo 3: La casa
lunes, 16 de marzo de 2015
La puerta se abrió, ella esperó,
pero nadie salió a recibirla. Lo único que podía hacer era entrar. Ya no podía
echarse atrás. Así que entró, cerrando la puerta tras de sí.
Tenía miedo. En la estancia no había mucha claridad. Entonces dijo:
— Hola?
Hay alguien? Se puede?
Al no recibir respuesta, decidió
adentrarse en la casa.
Y de repente apareció él,
invitándole a sentarse en una silla antigua que había en un rincón de la
habitación, junto a la chimenea y un radiador.
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