Muslos de pollo a baja temperatura

lunes, 26 de febrero de 2024

Me encantan las recetas que se toman su tiempo, haciéndose a fuego lento, para que queden deliciosas, de esta manera, también dejan tiempo para mí, recetas hyggelig que nos hacen felices mientras las preparamos, así como la saboreamos en compañía. 

Una de esas recetas es la de los muslos de pollo a baja temperatura que encontré en Le Creuset y que hoy vamos a preparar. 




Se trata de un guiso del País Vasco francés, que a nosotros nos fascina, pero con influencia de sabores de España. Los trozos de pollo con hueso se cocinan con tocino ahumado, pimentón, cebollas, pimientos dulces, tomillo fresco aromático y un vino blanco seco de la región. 

Los ingredientes que vamos a necesitar para preparar mi versión de esta receta para seis personas son:
Para el guiso:
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 115 g de tocino ahumado en taquitos
  • 1,5 kg de muslos y contramuslos de pollo de corral sin piel
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 2 cebollas grandes 
  • 3 dientes de ajo
  • 2 cucharaditas de pimentón
  • ½ cucharadita de pimienta de cayena
  • 250 ml de vino blanco seco
  • 250 ml de caldo de pollo
  • 4 cucharadas de pasta de tomate
  • 2 pimientos rojos
  • 1 pimiento verde
  • 400 g de tomates maduros
  • 2 cucharadas de tomillo fresco picado
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cucharada de harina de maíz 
  • 2-3 cucharadas de agua
  • sal
  • pimienta

  • Para servir:
  • tomillo limón
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar tanto los ingredientes como los utensilios que vamos a necesitar para elaborar la receta, de esta manera, el cocinado será más relajado y disfrutaremos más de él. 

Preparamos ahora los vegetales, para ello, pelamos y cortamos las cebollas en gajos y reservamos. Pelamos los dientes de ajo y los picamos finamente. Lavamos y secamos bien los pimientos y los cortamos en trozos grandes. Lavamos y secamos bien los tomates y los cortamos en dados. Deshojamos el tomillo y lo picamos. 

Quitamos la piel de las piezas carne si no nos las ha preparado nuestro carnicero. Sazonamos el pollo con sal y pimienta y reservamos.

Elegimos una cocotte redonda de hierro fundido donde vertemos el aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio-bajo. Añadimos las tiras de panceta y salteamos hasta que estén doradas y hayan soltado la grasa en el aceite. Retiramos la panceta con ayuda de una espumadera y reservamos, dejamos el aceite en la cazuela y reservamos también.
Introducimos la carne y la doramos en el aceite aromatizado en dos tandas. Lo sacamos y lo reservamos con el tocino reservado. 

Bajamos el fuego y añadimos la mantequilla a la cacerola, una vez derretida, añadimos las cebollas y cocinamos lentamente durante 15 minutos o hasta que estén ligeramente caramelizadas. 

Añadimos el ajo, el pimentón y la cayena y cocinamos durante 1 o 2 minutos más, teniendo mucho cuidado de que las especias no se quemen.

Vertemos el vino y removemos para eliminar los trozos caramelizados del fondo de la cazuela. Cocinamos a fuego lento hasta que el vino se reduzca a la mitad. 

Añadimos el caldo y el puré de tomate, removemos para que se integren bien y dejamos cocer a fuego lento durante otros 2 minutos.  

Volvemos a poner el pollo dorado y la panceta en la cocotte. Añadimos los pimientos, los tomates, el tomillo fresco y las hojas de laurel. Tapamos y cocinamos a fuego lento durante 45-50 minutos o hasta que el pollo esté tierno.

Retiramos la tapa y añadimos la cantidad suficiente de mezcla de harina de maíz y agua para espesar la salsa hasta obtener la consistencia deseada. Yo lo he dejado al fuego durante unos 10 minutos. Sazonamos con sal y pimienta al gusto. 

Apartamos del fuego y preparamos la presentación. Cortamos y lavamos bien unas ramitas de tomillo limón de la maceta que tenemos en casa y reservamos para la presentación.  

Presentación:
Como lo hemos cocinado en una cocotte, lo único que hacemos es retirar las hojas de laurel, decorar con el tomillo y llevarla a la mesa. Listo para servir. 




En cuanto al maridaje, qué mejor que un txakoli, ¿no crees? Se trata de un vino blanco y seco del País Vasco, que también se cosecha en el País Vasco francés, de ahí lo idóneo de este maridaje. Es ligeramente espumoso, de gran acidez y bajo contenido alcohólico. Nosotros vamos a servir un txacolí Aitzalde de la bodega Lasalde Elkartea de Getaria una de las zonas más importantes productoras de esta variedad de vino.

¿Qué te parece esta receta francesa? Como cualquier plato hecho con mimo y amor, dedicándole tiempo, está buenísimo. Te animo a que la pruebes, te va a gustar. 

Bon appétit!

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