Tarta Selva Negra

viernes, 5 de junio de 2020

Es época de cerezas y hoy vamos a preparar una deliciosa tarta llena de sabor y color, con toques a cereza y, si además te gusta el chocolate, sígueme a la cocina porque esta es tu tarta. 




La tarta Selva Negra es un pastel de chocolate típico de la gastronomía alemana, compuesto por varias capas de bizcocho embebido en almíbar, mermelada de cerezas y crema chantilly. Para elaborar el almíbar se utiliza el kirsch que es un licor de cereza alemán. Y se decora con virutas de chocolate y cerezas.




Los ingredientes que vamos a necesitar para elaborar mi versión de esta tarta son:
Para el bizcocho:
100 ml de aceite de oliva virgen extra
280 g de azúcar
180 g harina de repostería
60 g de cacao en polvo
2 huevos
160 ml de leche
120 ml de agua
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 cucharaditas de levadura química
2 cucharaditas de licor de cerezas

Para el almíbar de cerezas:
60 ml de almíbar de cerezas
1 cucharadita de licor de cerezas

Para la crema Chantilly:
500 ml de nata para montar
100 g de azúcar glas
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para el relleno: 
4 cucharadas de mermelada de cerezas

Para la decoración:
125 g de chocolate negro
8 cerezas en almíbar

En mi cocina no se tira nada, así que aunque utilice cerezas en almíbar para decorar tartas como la Tarta Mascota o Tarta Sara, guardo el almíbar para utilizarlo en otras elaboraciones como la de hoy. 

El típico kirsch alemán, lo vamos a sustituir por otro licor de cerezas. Es opcional pero recomiendo que lo utilices porque aporta sabor y aroma al bizcocho. Si no tienes licor de cerezas puedes sustituirlo por ron blanco. 

Preparación:
Comenzaremos con la elaboración de los bizcochos y, para ello, lo primero que vamos a hacer es preparar los ingredientes que vamos a necesitar.




A continuación, preparamos dos moldes de 18 cm, que engrasamos con mantequilla o spray desmoldante. Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. 

Ahora, nos ponemos con la masa. Cascamos los huevos y los introducimos en un vaso de un procesador de alimentos. Batimos los huevos durante 5 minutos hasta que espumen, quedando más blanquitos y cremosos.

Agregamos el azúcar sin dejar de batir. A continuación, incorporamos el aceite y cuando esté bien integrado, añadimos el extracto de vainilla y la leche. 

Una vez que estén bien integrados, tamizamos sobre la mezcla los ingredientes secos, es decir, la harina, la levadura y el cacao y batimos nuevamente a velocidad baja hasta que queden integrados. No es necesario batir demasiado.




Mientras, vertemos el agua en un cazo que ponemos al fuego y, cuando esté apunto de hervir, la agregamos a la masa sin dejar de batir. El cacao reseca el bizcocho por lo que el agua compensará con su hidratación. Y por último agregamos el licor de cerezas.

Repartimos la masa entre los dos moldes. Es una masa muy líquida que hará que los bizcochos sean muy jugosos. Yo suelo repartir la masa con un cazo para que los bizcochos tengan la misma cantidad de masa y salgan iguales. 




Llevamos al horno, a una altura media baja, y horneamos durante 30 minutos.  

Transcurrido este tiempo, comprobamos si están hechos. Los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla durante unos 15 minutos.




Pasado este tiempo ya podemos desmoldarlos y dejarlos bocabajo sobre la rejilla hasta que enfríen totalmente. 




Cuando estén totalmente fríos, si es necesario, podemos nivelarlos con ayuda de un cuchillo de sierra o con una lira. Esto hará que nuestra tarta quede recta y nivelada. 

Mientras los bizcochos se están haciendo en el horno, vamos a preparar el almíbar y macerar las cerezas que vamos a utilizar para decorar nuestra tarta. Ponemos el licor en el almíbar y mezclamos. Cubrimos las cerezas con la mezcla anterior, comprobando que todas las cerezas están totalmente cubiertas, tapamos con papel film y dejamos macerar durante 2 horas. Transcurrido este tiempo, escurrimos las cerezas y reservamos ambos ingredientes por separado para el montaje de la tarta. 






Mientras los bizcochos están atemperándose, preparamos las virutas o lascas de chocolate con las que vamos a decorar las paredes y la parte superior de la tarta. Para ello, cogemos el chocolate con papel de aluminio para no derretir el chocolate con el calor de nuestras manos y, con ayuda de un pelador, pasamos por el borde para extraer unas bonitas virutas de chocolate. Cuanto más presionemos, las virutas serán más gruesas y más rizadas. Reservamos. 






Ahora preparamos la crema Chantilly. Para ello, introducimos la nata bien fría en el vaso de un procesador de alimentos con el accesorio globo. Batimos a velocidad alta durante 2 minutos. En este momento la nata tiene que estar a medio montar, tamizamos sobre ella el azúcar glas y batimos a velocidad media durante unos 5 segundos. Subimos la velocidad al máximo y, mientras seguimos batiendo, agregamos el extracto de vainilla y batimos 2 minutos más o hasta que la crema esté totalmente montada y firme. 




Para el montaje de la tarta vamos a necesitar una base giratoria y una base de cartón del mismo diámetro que los bizcochos. Ponemos una cucharada de mermelada para fijar el primer bizcocho a la base de cartón. 

A continuación, pintamos el bizcocho con el almíbar para darle ese toque dulce y aromático del almíbar con el licor de cerezas. Ahora extendemos una capa fina de mermelada de cerezas. Cubrimos con una capa de crema chantilly que, con ayuda de una ballena o espátula, la repartimos dejando la superficie plana para que al colocar el siguiente bizcocho quede recto. 

Colocamos el otro bizcocho sobre la capa de crema chantilly, de manera que la base del bizcocho quede en la parte superior, para que la parte más lisa quede arriba obteniendo una parte superior perfecta y una tarta recta. 

Con una espátula larga alisamos las paredes de la tarta ya que seguro que la crema chantilly sobresaldrá un poco. 

A continuación, comenzamos a añadir más crema chantilly por los laterales de la tarta consiguiendo, poco a poco una capa uniforme por todo el lateral. Cubrimos la parte superior con la crema chantilly. 

Cuando tengamos toda la tarta cubierta con una capa de crema chantilly, alisamos las paredes con ayuda de una espátula hasta conseguir una capa uniforme y lisa. No es necesario que esté perfecta ya que la decoración cubrirá las imperfecciones. Lo que sí es necesario es dejarla recta y con la parte superior plana. 

La crema chantilly restante la pasamos a una manga pastelera con boquilla 1M de Wilton para decorar la parte superior de la tarta. 

Pero antes, decoramos los laterales con las virutas de chocolate. Un truco es colocar un plato bajo un lateral de la base giratoria de manera que la tarta quedará ligeramente inclinada y será más fácil decorar el lateral de la tarta. Con una cuchara vamos dejando caer las virutas de chocolate sin tocar la tarta, éstas se irán pegando a la crema con facilidad.




Presentación:
Pasamos la tarta a una bandeja, plato de presentación o base de tarta donde la vayamos a presentar. 

Cogemos la manga pastelera y decoraremos con algunas unas minirosas por el borde exterior.




Rellenamos el centro con unas unas virutas de chocolate. Yo os recomiendo que guardéis las más grandes o gruesas para la parte superior y el resto para decorar los laterales.




Para terminar, colocamos unas cerezas. 




¿Qué os parece esta tarta? Es preciosa y su sabor te conquistará en cuanto que la pruebes. Una delicia que no  te debes perder.








Bon appétit!

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2 comentarios

  1. Respuestas
    1. ¡Hola Rosa!
      Muchas gracias por tu comentario.
      Estaba riquísima, irresistible... te animo a que la hagas y la pruebes ;P
      ¡Qué tengas un día lleno de dulces, bonitos y pequeños accidentes!

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