Capítulo 19: Una noche con insomnio

Se despertó y miró el reloj, las cuatro de la mañana, aún era muy pronto, pero no se podía quedar dormida. No paraba de pensar en la mirada de ese hombre con el que siempre se encontraba. Decidió bajar a la cocina y tomar algo.

Vio que la puerta del despacho estaba abierta, era raro, siempre estaba cerrado. En el tiempo que llevaba allí, se había encontrado con el dueño de la casa varias mañanas saliendo de la habitación y cerrándola con llave.

Sabía que no debía entrar, pero su curiosidad pudo más que su sensatez y entró.

Lo vio allí, en el suelo, tumbado, dormido entre libros, álbumes de fotos, cajas de madera de diferentes tamaños, una bola del mundo y una cámara Polaroid. La escena no podía ser más extraña.

Regresó a su habitación. Ahora sí que, definitivamente, no podría dormir.