Era un hombre joven y bien
vestido, con un aire extravagante pero correcto. Le pareció una persona
peculiar.
Empezó a hacerle preguntas, ella
no terminaba de contestar una cuando él le hacía otra.
— ¿Qué edad tiene?
— ¿Qué estudios tiene?
— ¿Su último trabajo?
— ¿Siempre ha trabajado en ese
sector?
— ¿De dónde es?
— ¿Tiene previsto volver pronto a
su país?
— ¿Por qué está aquí?
En ese momento ella se calló. No
sabía qué contestar. «¿Estaba allí por la curiosidad? ¿Por qué estaba allí?» No
lo sabía.
Y él siguió:
— Si se queda, ¿está dispuesta a
estar las 24 horas del día disponible?
Ahora lo entendía, le confundía
con otra persona!!!
Uy ese hombre me suena... por un momento Lola, me ha "recordado" (que no es que sea igual" a 50 sombras... vamos a ver qué toquecillo va cogiendo la historia... jeje ;) (seguro que mucho mejor que a lo que me ha recordado!)
ResponderEliminarQué bueno Inma!! 50 sombras... lo que se dice 50 sombras... jijiji!!
EliminarA ver si te gusta cómo continua la historia.